PDB 33 Yo también quiero probar tu sushi… (VI)






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Compendio III




La oficina de Cheryl es un lugar extraño. Es medianamente pequeño, estrecho y, sin embargo, el más poderoso.Estaba sentada detrás de su escritorio, con su larga melena pelirroja cayéndole sobre los hombros y una expresión de concentración en el rostro. Pero había algo más en el aire. Algo que me aceleraba el corazón. Era su olor. El aroma de su sudor, su perfume y el leve rastro de su excitación. Era una mezcla embriagadora que llenaba la habitación y me hacía girar la cabeza. Sabía que ahora era diferente. Que había cambiado. Y todo por mi culpa.

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Como hemos seguido quedando después de clase en su oficina, su personalidad sexual ha florecido. Mientras mi hijo asiste a sus clases de natación con Maya, la profesora de natación hindú y amiga íntima de Cheryl, pasamos el tiempo follando en su despacho. Aunque todavía estaba nervioso por si alguien del personal del colegio se enteraba de nuestras escapadas sexuales ilícitas en las instalaciones del colegio, Cheryl me aseguró que no teníamos ningún problema. Su postura favorita, como en su casa, es a cuatro patas, inclinada sobre el escritorio mientras yo la embisto con avidez por detrás. Pero, aun así, hay veces en las que está literalmente hambrienta de mi polla, haciéndome mamadas excepcionales o, simplemente, le hago el amor al estilo misionero sobre su escritorio. Cuando le pregunté si había algún tipo de conserje que fuera a su oficina y limpiara el lugar, Cheryl simplemente sonrió encantada, diciendo que, aunque su escuela es cara y refinada, siguen siendo tacaños con respecto a su propio personal, permitiéndoles organizar sus propias oficinas y ocuparse de sus residuos a su antojo, razón por la cual ya no temía que alguien interrumpiera nuestros encuentros.

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Sin embargo, como hemos seguido viéndonos en su oficina, su fantasía sexual con respecto a un trío entre nosotros y Maya ha desplegado sus alas. Aunque puedo atestiguar que Cheryl no es lesbiana, sigue intrigada por su íntima amiga y su virginidad, pues ya no puede concebir la idea de no mantener relaciones sexuales con un hombre, a pesar de que ella misma era una mujer tímida e introvertida hace unos meses, antes de conocerme. De todos modos, en esos momentos de éxtasis post coital, Cheryl me ha confesado sus pensamientos sobre lo guapa y sensual que es Maya: sus pechos turgentes, su culo redondo y el hecho de que lleve esos bañadores profesionales tan ceñidos a la piel le han hecho preguntarse lo guapa que estaría desnuda, sin darse cuenta de que, a pesar de ser más corpulenta, Cheryl también es bastante seductora, con su enorme par de pechos que me llamaron la atención desde el primer momento en que la vi. Sin embargo, dudé un poco sobre su propuesta de hacer un trío con Maya. Sobre todo, porque a mi mujer, Marisol, no sólo le gusta Cheryl, sino también las otras tres madres de los amigos de mi hijo Bastián: Emma, Isabella y Aisha, que actualmente también son mis amantes a tiempo parcial. Así que, aunque la idea es tentadora, no estoy tan seguro de añadir otra mujer a la mezcla.

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o  ¡Oh, vamos, Marco! - Dijo, mientras se sentaba deliciosamente a horcajadas sobre mí mientras me tumbaba en su escritorio. - Sé que puedes hacerlo. Ya sé que te estás follando a la mitad de las mamás de la clase de tu hijo. ¿Por qué no quieres hacerlo con Maya? ¿No te parece guapa?

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Mientras ella gemía de placer, sintiendo cómo la desvirgaba, tuve que admitir que tenía razón. Maya es preciosa. No quería decepcionar a Cheryl. Y era cierto que me había acostado con otras madres del colegio. Pero aun así...

-         Bueno...No sé... Quiero decir, ya estoy liado con Marisol, Emma, Isabella y Aisha...-Tartamudeé,sin saber muy bien cómo explicar mis sentimientos.

Cheryl estiró la espalda, haciendo rebotar aquel enorme par de hipnóticos pechos, medio gimoteó sus palabras.

o  ¡Vamos!... ¿No crees... que ella también podría disfrutar... de tu delicioso rollo de sushi? -dijo mientras empujaba con saña sus caderas hacia mi cintura. -Tu rollo es tan grande... y grueso... y largo... Sé que a Maya también le encantará...

Agarrándole sus enormes, cálidos y turgentes pechos, no pude evitar fantasear con tener a Maya de rodillas, comiéndome la polla, probablemente tal y como la propia Cheryl se estaba imaginando.

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La excusa de enseñar a Cheryl a preparar sushi, que mi mujer conocía tan bien que era el código para que yo fuera a casa de Cheryl a follármela todo el día, sin que mis hijas se enteraran, se estaba profundizando aún más.

-         Ok...¡Está bien! ...-Conseguí decir, aún no del todo convencido, pero de algún modo incapaz de resistirme a los persuasivos argumentos de Cheryl. -Veré lo que puedo hacer...

Al pronunciar esas palabras, no pude evitar sentir una punzada de culpabilidad, por lo fácilmente que estaba cediendo a los deseos de Cheryl.

Con esa decisión tomada, continuamos nuestro apasionado encuentro, perdidos en el calor del momento. Los gemidos de Cheryl llenaban la habitación mientras su apretado coño liberaba sus jugos y yo seguía empujando, a medida que ella dejaba ir su peso al encuentro de mi grueso y largo miembro. Mis dedos se clavaban con avidez en su enorme y carnoso pecho, con ella aferrándose sobre mis hombros para apoyarse, ofreciéndose a mí. Cheryl se había convertido en una amante insaciable y asombrosa, y no pude evitar preguntarme qué se sentiría al tener a Maya aquí con nosotros, compartiendo esta experiencia.

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Después de lo que me pareció una eternidad de placentera follada, ambos nos corrimos, mi semen saliendo disparado profundamente dentro de ella, su rajita contrayéndose a mi alrededor en poderosas ondas pulsantes. Mientras ella se desplomaba sobre mí, con la respiración agitada llenando la habitación, yo ya podía sentir la culpa deslizándose dentro de mí. Sabía que le había mentido temporalmente, pero el sabor de la saliva de Cheryl en mi lengua, la sensación de su suave piel bajo mis dedos, el aroma de su excitación en el aire... era demasiado.

-         Veré lo que podemos hacer para concertar un encuentro con Maya. - logré decir, con la voz aún ronca por nuestro apasionado intercambio. - Pero tengo que planearlo un poco.

Cheryl, que aún jadeaba por la pasión, me sonrió y me acarició la mejilla con los dedos.

o  No...no pasa nada. - dijo, con su aliento cálido contra mi oreja. -Tómate... tómate todo el tiempo que necesites.

Había una mirada de complicidad en sus ojos, como si ya estuviera planeando, anticipando el día en que Maya se uniría a nosotros en este trío retorcido.

La verdad es que también soy consciente de que Maya está intrigada por mí: La forma en que me mira especialmente cuando voy a recoger a Bastián después de sus clases deja poco lugar a dudas. Sin embargo, aún no la encuentro preparada. Además, soy un hombre de prioridades. Ya le había prometido a mi mujer un trío y sería un"marido mucho más terrible" si no atendiera primero las necesidades de mi cónyuge. Así que la pregunta que me rondaba por la cabeza era si Cheryl estaría interesada en ser esa tercera mujer y su ímpetu por hacer un trío con Maya era una buena oportunidad para empezar a sondearla al respecto.

Mientras nos vestíamos para ir a recoger a mi hijo a clase de Maya y ordenábamos el desorden y limpiábamos nuestros jugos, aproveché para iniciar ociosamente una conversación que podría responderme a esa pregunta.

-         Entonces, estaba pensando... -Empecé, mientras yo me abotonaba la camisa. -... Te gusta mucho la idea de hacer un trío, ¿Verdad?

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Ella me miró por encima del hombro, una pequeña sonrisa curvando sus labios.

o  Yo no diría que me gusta. - dijo con cuidado. - Pero siempre me he preguntado cómo sería compartir algo tan íntimo con otra persona. No es que esté desesperada ni nada por el estilo, pero...-Se le cortó la voz y se encogió de hombros. -Es sólo una idea, ¿Sabes?

-         Sí,lo entiendo. - respondí, asintiendo. -No es que te esté empujando a nada con lo que no te sientas cómoda. Pero tengo curiosidad por saber qué te parece la idea de que seamos Maya y yo, contigo. No dos personas cualquiera, sino nosotros dos en concreto.

Cheryl se detuvo un momento, considerando mis palabras. Volvió a mirarme por encima del hombro, con ojos pensativos.

o  Supongo que... sería diferente que nosotros dos. - dijo lentamente, sonriendo encantada. -Ya sabes, porque es algo que hemos compartido. La idea de compartirlo con otra persona...- Su voz se apagó de nuevo, al igual que su idílica mirada y se encogió de hombros. -No lo sé. Es complicado.

Asentí, comprendiendo sus dudas.

-         Lo entiendo. - exclamé suavemente. -Pero también es cierto que a ti te interesa Maya desde hace tiempo. No es como si fuera una persona cualquiera.

Me acerqué un paso más a ella y estiré la mano para tocarle el brazo.

-         Es decir, creo que podríamos hacer que funcionara, si es algo que realmente quieres explorar.

Cheryl miró mi mano en su brazo, con expresión pensativa.

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o  No lo sé. - exclamó finalmente. -Confío en ti y confío en Maya. Pero no se trata sólo de confianza. Se trata de... química, supongo. Y no estoy seguro de cómo funcionaría entre nosotros.

-         Lo entiendo. – respondí, acariciando su mano. - Pero estaba pensando... ¿Y si pudieras...  tener una especie de práctica para que al final estuviéramos con Maya?".

Cheryl enarcó una ceja, con expresión curiosa.

o  ¿Qué quieres decir?

-         Bueno.- empecé carraspeando. - Aunque entiendo tu curiosidad, tienes que admitir que aquí hay mucho en juego. Piénsalo: estamos hablando de intimar con una de tus amigas más cercanas, compañera de trabajo y para colmo, una mujer casada que al mismo tiempo sigue siendo virgen. Desde su perspectiva, sería mucho que soportar.

Me acerqué un paso, bajando la voz.

-         Así que, estaba pensando... teniendo en cuenta que tienes curiosidad por todo esto del trío... si acaso estarías interesada en experimentar con otra mujer primero... antes de que pudiéramos invitar a Maya y ver cómo va.

Cheryl consideró mis palabras durante un momento, con expresión pensativa.

o  Yo... supongo que podría tener sentido. - dijo lentamente. - Pero ¿Con quién practicaría?

-         Bueno, estaba pensando...- Empecé a dudar. - ¿Qué tal mi esposa? Si quisieras...experimentar con otra mujer, quiero decir. Ella es bastante abierta al respecto y apuesto a que estaría encantada de ayudarte con eso. Si eso te hiciera sentir más cómoda con todo el asunto.

Cheryl abrió los ojos sorprendida.

o  ¿Quieres decir... tu mujer, yo… y tú? - preguntó, con la voz apenas por encima de un susurro.- ¿Juntos?

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-         Sí.– respondí enérgico, asintiendo con la cabeza, sintiendo que la idea me causaba una leve erección. -Si te ayuda a sentirte más cómoda con la idea de que estemos con Maya, creo que sería una buena idea. Y… bueno, confío en ti, y confío en mi esposa. Así que estoy seguro de que ella estaría dispuesta.

Cheryl se mordió el labio inferior, pensando un momento. Luego, finalmente, dijo:

o  De acuerdo. - Su voz era suave, casi vacilante. -Me... interesaría.

Mientras seguíamos limpiando su lugar de trabajo, empecé a describirle a mi mujer. Sonrió intrigada cuando mencioné que yo había sido su primer amor de adolescente y que, de alguna manera, se las había arreglado para convencerme de que nos quitáramos mutuamente la virginidad, a pesar de que yo tenía 28 años y era 12 años mayor que ella. Sin embargo, al igual que Cheryl, mi mujer está llena de inseguridades con respecto a otras mujeres, razón por la cual me deja acostarme con cualquiera, idea que confundió un poco a Cheryl.

o  Entonces, ¿Estás diciendo que a ella le parece bien que te acuestes con otras mujeres, pero no con Maya? – preguntó sorprendida.

-         ¡No!¡Eso no! - dije, casi muerto de la risa. - Probablemente, ella podría estar incluso más interesada que tú en que yo lo haga. Pero el hecho es que siente curiosidad por ti. Verás, la base de nuestra relación con mi mujer es que, si al final me enrollo con otra mujer, tengo que contárselo. Y para ser honesto, ella también puede volverse bastante competitiva, tratando de replicar nuestros encuentros sexuales. El caso es que ella confía en mí y sabe que no haría nada que la perjudicara. Y sé que puede chocarte el hecho de que mi mujer haya sabido todo este tiempo la realidad de nuestras clases de preparación de sushi. Pero ella está muy interesada en ti... y en Emma… y en Aisha... y un poco en Isabella, pero poco a poco va entrando en razón. Por eso quería sincerarme contigo y preguntarte si estás interesado o no. ¡Confía en mí! Tu respuesta no cambiará nada, ya que ella me montará, haciéndose pasar por ti de igual manera.

o  Bueno...-Cheryl dudó. -Yo... supongo que estaría bien, entonces.

Sus mejillas se sonrojaron.

o  Quiero decir, si estás seguro de que no sería un problema...- añadió insegura.

Me estremecí levemente.

-         Quiero decir, para serte completamente sincero, me preocupa que mis hijas se enteren.- Respondí nervioso, haciendo que Cheryl soltara una risita. - Estoy de acuerdo en que soy un cachondo y mi mujer es tan pervertida como yo. Pero, sinceramente, mis hijas y mi hijo son muy importantes para mí, e intento hacerme pasar por una figura paterna responsable, sin que se enteren de esta naturaleza oculta nuestra. En estos momentos, estoy ideando una estrategia, pero puedo adelantarte que será pronto. Verás, el Día de la Madre está a la vuelta de la esquina y el cumpleaños de mis gemelas mayores es unos días después. Así que estaba pensando en organizar una gran celebración el fin de semana siguiente al Día de la Madre y pedirte que asistieras a nuestra fiesta, ya que mis gemelas sienten curiosidad por "la simpática señora que hace sushi con su padre" e incluso pasar la noche conmigo y mi mujer. De nuevo, no quiero imponerte nada. Pero si realmente te interesa que haya intimidad entre tú, yo y otra mujer, ésta es una alternativa que podría proponerte antes de que nos mudemos a Maya.

Respiré hondo, esperando su respuesta. Su cara era una mezcla de emociones, excitación, curiosidad, nerviosismo y anticipación. Me miró y luego miró el reloj. Era casi la hora de ira buscar a mi cachorro.

o  Lo...pensaré. - dijo, con voz apenas susurrante. -Ya te contaré mi respuesta.

Mientras íbamos a recoger a mi hijo, pude sentir que todo este encuentro la hizo replantearse estos últimos meses. Antes de aquel fatídico encuentro parental de enero, Cheryl era una profesora decente y responsable que se pasaba las tardes de los sábados comiendo sushi. Sin embargo, al estar conmigo un par de meses no sólo había saciado su sed de intimidad y recuperado la confianza en sí misma, sino que también se le pasaba por la cabeza la idea de explorar otras vías sexuales.

Por eso no me sorprendió que me preguntara:

o  Entonces...cuando dijiste que Bastián era producto de una donación de esperma... ¿Significa eso que tú y su mamá...? - preguntó inconclusa.

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Le respondí con una cálida sonrisa.

-         Bueno,Sonia y yo fuimos compañeros de trabajo. Ella ya sabía que Marisol andaba un poco floja en cuanto a mi fidelidad hacia ella, así que de hecho le pidió a mi mujer si podía prestarme una sola noche para dejarla embarazada. 9 meses después y Bastián es mi primer hijo varón. - Me encogí de hombros ante su asombro.

Mientras nos acercábamos al gimnasio de la piscina cubierta, ella seguía conmocionada por todo aquello, pero aun así consiguió mantener la compostura delante de mi hijo y de su preciosa amiga hindú, Maya.

·        ¡Vaya, sí que te has tomado tu tiempo! - Dijo Maya, mientras nos sonreía maliciosamente mientras mi hijo me saludaba con un cálido abrazo. - Me preguntaba si tendríamos que salir a buscarte.

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o  ¡Ay, cállate! - replicó Cheryl, dándole a Maya un empujón juguetón en el hombro. -Hemos estado ocupados.

Me sorprendió que esta llamativa mujer pelirroja fuera tan tímida y pusilánime hace unos meses y, sin embargo, ahora se sintiera con más derecho sobre sí misma.

·        ¡Ay!Eso duele. ¿Sabes? - replicó juguetona Maya a su amiga.

-         Lo siento mucho, Maya. ¿Mi hijo ha sido muy difícil?- Me disculpé en su nombre.

Los ojos de Maya brillaron maravillosamente mientras lo hacía.

·        No...en absoluto...- respondió ante mi mirada. - De hecho, le decía a Cheryl que ojalá tuviera más hombrecitos tan entregados como él en mi equipo.

o  Sí, los hombres tan entregados como él nunca nos decepcionan. ¿Verdad, Maya? -Cheryl asintió, siguiéndole el juego, aunque sus ojos seductores me insinuaban un significado más profundo y sexual de sus palabras.

La hindú se quedó sin palabras, una vez más, hipnotizada por mis ojos.

-         ¿Y tú, cachorro? ¿Has conseguido cruzar la piscina de un solo viaje? - Le pregunté a mi hijo.

Ø  Todavía no, papá. Pero cada día estoy más cerca. ¿Verdad, señorita Maya? - respondió mi hijo, haciendo que Maya se sonrojara ligeramente.

·        Claro...Quiero decir... se esfuerza... Sólo le di algunos consejos... pero tiene un empuje crudo y masculino... algo que debe haber aprendido de ti. - Maya respondió, perdida en sus pensamientos mientras me miraba.

Pero yo podía sentir la atracción que Cheryl sentía por su amiga se incrementaba discretamente.

-         Bueno, ya está bien de nadar. Debería llevarte a tu casa y que te den de cenar. -Dije, rompiendo el incómodo momento.

Mientras caminábamos de vuelta a la salida, Cheryl seguía lujuriosa con Maya, cuya excitación era ligeramente perceptible por la dureza de sus pezones bajo su ajustado traje de baño profesional. Cheryl, por su parte, me miraba encantada. Probablemente, reconociendo que su curiosidad por estar con otra mujer quedaría satisfecha si seguía saliendo conmigo.


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2 comentarios - PDB 33 Yo también quiero probar tu sushi… (VI)

eltrozo896 +1
Otro trio en puerta
Espero leerte pronto
metalchono +1
Y bastante placentero, para empezar. Gracias por comentar.
lenguafacil +1
Realmente lamento mucho que tu vida "normal" no te deje escribir mas seguido.
Uds son mi telenovela favorita
Una telenovela +18 claro...
Saludos
metalchono +1
Agradezco el comentario. Como bien dices, incluso me cuesta ponerme al día con todo. Por ejemplo, todavía tengo el pendiente la visita que me dio Hannah el año pasado cuando era un soltero de verano. Estuve bien complicado con el asunto de la pastelería de Doris y situaciones así. Y ni siquiera he podido continuar con las lecciones de Izzie. Pero trato de esforzarme.